jueves, 23 de agosto de 2007

El ritmo al caminar


No es tan fácil como parece, pues siempre hay compañeros más rápidos o lentos y esto a veces es molesto y motivo de discusión, antes de salir hay que aclarar a qué distancia se andará y a qué ritmo.
Los más rápidos pueden reducir el paso o avanzar y aguardar a los demás en un lugar prefijado, sólo nosotros sabemos hasta donde podemos llegar y forzar nuestro cuerpo, el paso ideal es el que uno puede sostener durante toda una jornada de caminata.
Lo mejor es no empezar demasiado rápido y en las ascensiones tomárselo con calma y resistencia. En subidas fuertes y largas es conveniente llevar un paso lento y corto, evitar las zancadas largas que gastan energía y cargan los músculos, pasito a pasito se llega a todas partes.
Mi experiencia me enseñó a no hacer demasiadas paradas en ascensiones, pero reconozco que subir del tirón es una paliza innecesaria, hay que hacer descansos para reponer líquidos y tomar alguna fruta u otra comida ligera que nos ayude a “cargar las pilas”, de esta forma volvemos a tomar el resuello, el corazón se calma y lo mejor es que podemos disfrutar del paisaje que nos rodea.
Aconsejan en los libros a hacer paradas de 10 minutos cada 50 minutos de marcha, a mi esto me va bien, pues hacer demasiadas paradas me rompe el ritmo y en consecuencia me cuesta cada vez más “arrancar” a andar y parece que nunca voy a alcanzar la cima.
Aunque el senderismo no es alta montaña invernal, hay que estar preparado para las largas caminatas, ascensos empinados o bajadas prolongadas, las condiciones físicas deben ser buenas, ver las cosas siempre de manera positiva y, por supuesto, llevar un buen calzado para un terreno al que normalmente no estamos acostumbrados.
Muchas personas creen que una excursión al monte es igual a una comida campestre y se las ve con zapatillas planas para dar un paseito, pronto descubren que el camino se transforma en un sendero sinuoso, cubierto de pedruscos, barro, ascendiendo en zigzag y comienzan a pedirle al guía que pare porque ya no pueden ni con su alma y se dan cuenta de una cosa: que nunca más volverán a la montaña o que necesitan un buen calzado para la próxima vez.


Vocabulario:
Arista cimera:
Son los largos lomos montañosos más o menos prolongados, pueden ser de superficie suave o afiladas de difícil paso. También se dice de cordilleras completas.
Pedrera: Conjunto de piedras sobre una pendiente pronunciada bajo una pared de roca. Puede estar compuesta de finos cantos rodados que ceden a cada paso o por piedras más gruesas.

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