domingo, 30 de noviembre de 2008

Después de la tormenta viene la calma

El pueblo de Casares y al fondo el Peñón de Gibraltar


Un alto para repostar


Después de una noche de lluvia y frío viento, después de creer que no sería el domingo un buen día para disfrutar de una caminata por la sierra, después de todas la dudas de salir o no, después…, llega la calma.
La mañana se fue despejando hasta quedar el cielo limpio de nubes, el viento gélido soplaba de las cumbres recién cubiertas de nieve ofreciendo luminosidad y belleza. Oteando el horizonte, el frente tormentoso se alejaba por el mar despejando la provincia de Málaga y dejando sus montañas blancas.
Así unos pocos nos decidimos a realizar una ruta por los alrededores de la población de Casares, bien abrigados y muy animosos porque no nos llovería, así pudimos disfrutar del espectáculo de la belleza del verde limpio de los árboles.
En buena compañía todo se disfruta mejor.

5 comentarios:

Pepe del Montgó dijo...

Y después de un buen paseo, un descanso en un pueblo blanco precioso; y con unas vistas desde el castillo.

Rondeño con vocación de serrano dijo...

Lastima que esos aerogeneradores rompan la imagen romántica de Casares, pueblo blanco donde los halla y el mítico peñón de Gibraltar

Jack dijo...

Casares, el pueblo de Blas Infante. Esos generadores eólicos no contaminan pero son feos.

Julia dijo...

Mmmm, ese pueblito, todo el verde... y buena compañía... qué más se podría pedir??
Besosss.

Anónimo dijo...

Acabo de caer por aquí y me ha gustado lo que he visto. Quisiera contactar contigo.