viernes, 31 de julio de 2009

Buen árbol, buena sombra


Con la llegada de los días largos e interminables del verano, el tiempo caluroso bajo el sol tórrido y el cansancio que origina la vida agitada que llevamos, es muy apetecible dormitar bajo la refrescante sombra de un buen árbol. En los días de descanso en que podemos alejarnos de la ciudad y aprovechar nuestro tiempo en plena naturaleza, podemos practicar ese deporte llamado siesta, pero hay que buscar el árbol adecuado, porque no todos son apropiados.
Existe en nuestros campos árboles que “invitan” a momentos plácidos bajo su frondosa copa, su sombra refresca el tórrido aire de los meses veraniegos y el sonido de sus ramas y hojas mecidas con suavidad por el viento relajan y tienen la capacidad de transportarnos al reino de Morfeo.

Pero, hay que saber elegir el árbol adecuado, como dice el refrán “a quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”.
Las hojas grandes y copas amplias, densas y tupidas proporcionan una excelente sombra impidiendo que traspase los rayos del sol y como el suelo conserva mejor su humedad, es una zona más fresca y agradable.
La Encina y el Algarrobo son dos árboles excelentes para echarse una siesta; el Tilo, dicen que es la mejor de las sombras y como desprende un agradable olor, esto ayuda a la relajación. El Castaño y el Plátano de Sombra (Platanus Hispanica) son una buena elección y el Chopo o el Álamo, quién no ha sentido la necesidad de sentarse bajo estos flexibles árboles buscando su paz.

Sin embargo, hay otros que es mejor tomar precauciones, como el Pino, son árboles agradables pero, debido a la forma de sus hojas-agujas no filtran los rayos del sol, en consecuencia podemos achicharrarnos. El Ciprés por su forma largada forma una sombra delgada que se mueve al mismo ritmo del sol y otros árboles como el Nogal y el Tejo dicen que son tóxicos.
Todos tenemos nuestro árbol favorito y es ahí donde encontramos nuestra paz interior, según cuentan, Buda alcanzó el nirvana bajo la sombra de una Higuera, este árbol de sabrosos frutos, tiene efectos adormecedores, pero cuidado con sus frágiles ramas.

8 comentarios:

Maeglin dijo...

Hace dos años en Francia, no recuerdo la ciudad pero estaab en Bretaña o en la baja Normandía, contemplé un enorme CEDRO regalo del gobierno libanés absolutamente majestuoso. No lo olvidaré y su sombra de las mejores que he probado.

L. Gispert dijo...

No se si es cierta la frase que dice "A la sombra del nogal no te pongas a recostar", o es una leyenda, pero cobijarse a la sombra de frondosos árboles de los que citas, ahora en verano es un regalo de la naturaleza, sentir su caricia, su equlibrio, su frescor..., incluso si tu adiós al árbol protector es abrazarlo, seguro que sentirás el soplo de su energía y su fuerza penetrará en tu interior y te sentirás mejor.

Saludos, amiga Senderista.

Franziska dijo...

Jamás he dormida bajo la frondosa copa de ningún árbol y, por lo que dices, ya veo que me he perdido algo importante pero sí he descansado del agobio del sol veraniego en mis paseillos por la montaña y la verdad, es un auténtico disfrute porque entonces si se percibe que el aire refresca y lo estupendo que es el descanso que te da fuerzas para continuar.

Veronica dijo...

Yo me quedo a la sombra de los chopos, símbolo de que el rio anda cerca, para que me acunen los silbidos del viento entre sus hojas. Aunque cualquiera de los nombrados, nos sombrearan y nos acogeran igual, un saludo senderista.

embrujo dijo...

yo me quedo con la sombra de un buen olivo,en mi pueblo tengo una casa con muchos de ellos,respirar el aire puro con la sombra de un olivo es otra cosa, es viajar sin pagar billete a un recuerdo o simplemente olvidarte de mundo y soñar.

Abilio Estefanía dijo...

Buena lección de árboles para echar la siesta.

Yo he dormido debajo de casi todos los que mencionas y si te digo la verdad no sabria con cual quedarme, porque es tumbarme y cerrar los ojos.

Lo único que suelo buscar es que el suelo no tenga demasiada humedad, ya que se te mete en el cuerpo y eso no sienta bien.

El frescor de los plataneros con su sombra no tiene precio.

Un beso enorme

Una senderista. dijo...

Gracias a todos por vuestra visita, si podeis encontrar la buena sombra de un buen árbol, no lo dejeis pasar, sobre todo cuando el sol aprieta.

Petri dijo...

yo me dormi un día pegada a un arbol y me quedo el pelo de resina, pero mola de todas formas