jueves, 16 de agosto de 2007

Un país de montañas





Lo mío es el senderismo, lo tuve claro desde el principio. Me gusta moverme por la Naturaleza de manera organizada y serena, pero, si hay que subir por una pendiente escarpada, pasar con suma precaución por una afilada arista o lanzarse pedrera abajo, también soy muy capaz y, a demás, un poco de emoción nunca viene mal.
Sin embargo, la alta montaña en invierno y la escalada, son dos actividades que no me satisficieron en su momento, para mí es demasiado “extremo” y la tensión que sufría era tal, que no llegaba a disfrutar de nada y a mí lo que más me agrada de la Naturaleza es contemplar el paisaje que me rodea y sentir las piedras, los árboles, el viento…, sentirlo de veras admirándolo con tranquilidad mientras camino siguiendo un sendero.

Un país de montañas

Vivimos en un país de montañas, nuestro territorio, que es nuestro hogar, es un lugar donde la montaña está presente en el paisaje de manera casi constante, volviéndolo abrupto y elevado. La gran altiplanicie central está rodeada de cordilleras, cuya fauna, flora y morfología hacen que este país sea único y el segundo más montañoso de Europa, después de Suiza.

Nuestras montañas a lo largo de la historia han servido como frontera natural, fuente inagotable para la supervivencia de los hombres, atalayas de vigilancia, refugio contra los invasores y cuna de muchas culturas arraigadas a las elevadas laderas, los espesos bosques, las estrechas quebradas y los profundos valles.

Los sistemas montañosos han cumplido y siguen haciéndolo, un papel muy importante, tanto en el pasado como en nuestros días son los guardianes de nuestro ecosistema y el único santuario de muchas especies animales y vegetales. Nuestra obligación es protegerlas ya que, a pesar de la presencia imponente y majestuosa de un macizo, son frágiles y muy vulnerables a la erosión.

La deforestación, tanto por la tala masiva como por los incendios, son la principal causa del deterioro de la tierra, la degradación supone la pérdida del hábitat de los animales, de las plantas y en consecuencia una pérdida de la identificación de las personas con el medio que las rodea.

En el año 1992 se llevó en Río de Janeiro una cumbre donde se debatieron temas sobre el cambio climático, la deforestación y el compromiso de la conservación de la biodiversidad. Las montañas tuvieron un papel importante y se decidió que el año 2002 fuese Año Internacional de las Montañas. El objetivo de todo esto era “concienciar de la vulnerabilidad de las regiones montañosas y de los desafíos, mejorar el nivel de vida de las comunidades humanas que las habitan (las poblaciones más pobres del planeta se hayan en las montañas), y promover su conservación y el desarrollo sostenible”.

Poseemos en España una variedad paisajística de incalculable valor y belleza, únicas en el mundo y sólo en nuestras manos está el conservarlas o destruirlas.


Con el tiempo, la idea de la montaña ha ido cambiando en la mente de todos, considerada un lugar inhóspito y aislado, ha pasado a ser un lugar vacacional alternativo al masificado y degradado litoral. Este nuevo concepto de ocio natural ha favorecido a aquellos pueblos que permanecían olvidados y les ha dado nuevos recursos y un futuro. Sin embargo, el turismo rural no debe ser relacionado con la destrucción de la montaña y parajes naturales, como si está ocurriendo en la actualidad.

Se construye con una arquitectura que para nada respeta los materiales ni las tradiciones, se usurpan espacios que pertenecen a los Parque Naturales Protegidos y se abren carriles para facilitar el paso en vehículo donde antes se accedía únicamente a pie. El negocio del esquí que tanto dinero mueve, también produce un gran nivel de degradación y contaminación.
Otro peligro para el ecosistema es la aparición de centrales eólicas, si su construcción no se lleva a cabo con minuciosos estudios para minimizar el impacto medio ambiental.

El simple hecho de caminar fuera del sendero marcado, degrada el terreno y se destruye con nuestros pasos las plantas que crecen de manera espontáneas. Tener conciencia del medio en que nos movemos es la tarea que todos deberíamos llevar a cabo para mantener nuestra naturaleza sana y viva.



1 comentario:

Homeronica dijo...

Hola Sende: me gusta como te quedó el blog. Mejor que en myblog.es creo. Definitivamente que este sitio es mas estable y tiene poderosas herramientas para postear en menor tiempo. Ni la coctelera ni myblog.es son estables. De vez en cuando fallan o se torna muy lento el publicar. Parece que Anna ya se decidió a dejar myblog y quedarse aquí. ¿Y vos? ¿Vas a seguir en myblog? Un beso. H.