jueves, 6 de noviembre de 2008

Rutas con leyendas


Cuenta la leyenda que en otros tiempos existió una bruja en la comarca montañosa de las Sierra de las Nieves y como esas mujeres estaban consideradas adoradoras del maligno y podían lanzar maldiciones y mal de ojo, se la detuvo y se la juzgó, y para limpiar su alma debía ser lanzada por un impresionante tajo existente en el que hoy en día es el Parque Natural de la Sierra de las Nieves.

Así la comitiva abandonó el pueblo de Yunkera arrastrando a la bruja y tras ascender por un camino de al menos 6 kilómetros, llegaron a una bifurcación cuyo sendero de la derecha se introduce por una cañada cubierta por un espeso bosque de pinsapos.
Ascendiendo penosamente, subieron por una empinada cañada cuyos testigos de aquel enjuiciamiento fueron los viejos pinsapos, que aún siguen susurrando al viento los lamentos de la hechicera.
Llegaron hasta la cima del cerro, próximo al tajo cuyo corte en la roca caliza es espectacular y se precipita hacia el fondo del valle en un desnivel de vértigo de algo más de 400 mts.

Desde allí tiraron a la desgraciada mujer, porque según los jueces del santo oficio, si era digna de Dios su alma al morir, después de ser despeñada, sería recibida en el cielo, pero si era discípula de Satán, volaría como bruja que era.

Se supone que murió de la caída y desde entonces lleva su nombre el lugar, el Tajo de la Caína.

4 comentarios:

Julia dijo...

Qué interesante conocer estas historias de esos lugares que recorrés!!!
Gracias por compartirla en el post.
Un besote, y muy buen finde!!!

Pepe del Montgó dijo...

Pués yo tampoco conocía esa leyenda y mira que he estado veces por la Sierra de las Nieves. Nunca te acostarás sin saber una cosa más.
Saludos

Pepe del Montgó dijo...

Ah, la foto... de vértigo.

Rondeño con vocación de serrano dijo...

La Sierra de las Nieve no sólo atesora un patrimonio natural impresionante, las historias y leyendas convierten a este trozito del sur peninsular en un lugar único, mágico y muy especial, al menos para mi.

Saludos

Rafafló