Cuando salimos a la montaña, es aconsejable incorporar un botiquín al equipo habitual de la mochila, cuyo volumen y contenido variará dependiendo de la envergadura de la actividad.
Distinguiremos entre:
Botiquín individual: ligero que se lleva siempre consigo y que incluye medicación específica personal. Botiquín colectivo: en las de larga duración, que además se desarrollan en grupo, viene a ser como el “mini hospital”, aunque su contenido estará en función de los conocimientos y experiencias de los miembros del grupo, así como en el apoyo logístico previsto, duración del viaje, etc.
Hay que llevar únicamente “lo que se sepa utilizar”, de lo contrario correremos el riesgo de incurrir en graves errores de diagnóstico y tratamiento.
Botiquín individual:
• Protección solar para piel y labios.
• Analgésicos.
• Antiinflamatorios.
• Colirio o pomada oftalmológica.
• Antiséptico líquido.
• Gasas estériles.
• Vendas elásticas.
• Vendas adhesivas.
• Esparadrapos.
• Pinzas.
• Tiritas.
• Apósitos especiales para ampollas.
• Punto suturas adhesivos.
En situaciones de emergencia viene muy bien una manta térmica, es ultraligera y nada voluminosa. Impermeabiliza y retiene el calor corporal, pero no transpira. Para organizar el botiquín y reducir espacio, se elimina todas las cajas y envoltorios innecesarios, apuntando la fecha de caducidad y algunas especificaciones de medicamentos.
(Montañismo y Trekking, manual completo. Desnivel)
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