Finales de agosto, tórrido
verano duro y caluroso. El sol dañino sigue golpeando con fuerza y no ha
llovido desde hace meses.
Pero, el espíritu montañero
sigue vivo en mi interior y si de día es sumamente peligroso salir a las
montañas, lo hago por la tarde, cuando el astro rey ya va declinando por el
horizonte o por la noche cuando el cielo está cubierto de millones de
estrellas.
Para ir cerrando el ciclo
veraniego montañero, una ruta bajo la luz de la luna, la subida a la Maroma y vivaqueo en su
cumbre.
Comenzamos el ascenso a las
19:30h todos cargados con nuestras grandes mochilas: saco de dormir, esterilla,
comida, agua suficiente, ropa de abrigo (en las altas cumbres de noche hace
frío), incluyendo gorro o pasamontaña y guantes.
Hay que buscar el equilibrio
perfecto entre el peso de la mochila y lo que nuestros hombros, espalda y
piernas son capaces de soportar..
También merece la pena
dedicarle un rato en casa, a la organización de las cosas en la mochila: toda
la comida en una bolsa o neverita, los objetos de aseo que se vayan a llevar
todos juntos, la camiseta de recambio (normalmente la que se lleva puesta termina
empapada en sudor y es muy agradable poder ponerse una limpia para la velada
nocturna) junto con la ropa de abrigo, llaves, carnet y dinero en otro
departamento y el agua distribuida para equilibrar el peso.
El saco puede ir en el fondo
ya que es lo último que se utiliza o situado en el exterior de la mochila en la
parte inferior y la esterilla en la parte superior. Y por mucho que minimicemos
todo, la mochila termina pensando más de lo normal.
Como es nocturna nunca hay
que olvidarse del frontal, linterna y pilas de repuesto.
La subida a
8 kms aprox. (ida) y un
desnivel de algo más de 900 mts. por lo que hay que tomárselo con calma y saber
llevar el ritmo adecuado.
La noche se nos echó encima
en el último tramo del Salto del Caballo, de pronunciada cuesta y espectacular
panorámica. Lugar privilegiado por encontrarse alguno de los pocos tejos que
dieron nombre a esta sierra.
Llegado el grupo al Pto. del
Lobo, recorrimos los últimos 2 kms hasta la cumbre bordeando el Tajo Voladero,
con mucha precaución.
Llegamos a la cumbre
alrededor de las 23h divisamos a la luz de os frontales el gran monolito que
eleva el vértice geodésico y buscamos por la extensa planicie los pequeños
refugios que allí se encuentran para vivaquear.
Estos refugios son simples
muretes de piedra formando un círculo, no caben dentro más de 4 personas, pero
cumplen su función de proteger del viento que, normalmente, suele darse allí.
Ya por la mañana, después de
pasar una noche de no pegar ojo, antes de que el sol asomase por el montañoso
horizonte, tomamos un frugal desayuno, recogimos nuestras cosas y deshicimos el
camino andado la noche anterior. Contemplando en nuestro camino el magnífico
paisaje, con un mar de nubes que cubría todo el litoral malagueño y los pueblos
de la Axarquía ,
por encima de las nubes asomaban los pico más altos de Sierra Tejeda, Alhama y
Almijara con los primeros rayos del sol.
La bajada la hicimos
directamente sin a penas paradas, para evitar el tórrido sol y con la idea de
llegar lo antes posible al Hotel-restaurante la Alcacería , (http://www.alhama.com/web/alcaiceria/)
para disfrutar de un verdadero desayuno e intercambiar vivencias de esta experiencia
montañera.
Las habitaciones del hotel con vistas a las estrellas |
El amanecer nos trajo una vista magnífica |
Un mar de nubes cubría toda la Axarquía y el litoral de la Costa del Sol. |
El famoso hito de la Maroma, la cumbre más alta de la provincia de Málaga |
Observaciones:
Es posible que yo tenga mal entendido lo que significa pasar una noche en la cumbre de una montaña para disfrutar de una experiencia magnífica, ya que no entiendo por qué algunos
utilizan las cumbres de las montañas como si fueran sus bares particulares:
música y juerga, alcohol y psicotrópicos para animar el festejo a viva voz,
todo esto a más de 2.000 mts de altitud y toda la noche hasta que fueron
cayendo uno a uno. ¡Vamos, ni que fuera la romería de su pueblo!
Tampoco entiendo por qué hay
que hablar a voces durante todas la noche, desde las 2h de la madrugada que
comenzaron a llegar grupos, hasta la 6h que llegaron los últimos corriendo en
una maratón montañera, todo era un griterío sin tener respeto por los
montañeros que intentábamos descansar un poco, en nuestros sacos. Es normal
hacer un poco de ruido, pero de ahí a la cháchara como si estuvieras en la
playa a las 12h del día, hay una diferencia.
Y otra cosa que no entiendo,
es por qué hay que utilizar los refugios para vivaquear, para montar tiendas de
campaña en su interior. Este sitio no es para las tiendas, sino para los
montañeros con saco. Creo que la práctica de la acampada libre en la cumbre de
la maroma no está permitida.
Consejo:
Hay zorros que suben a
visitar la cumbre para rapiñar lo que el senderista descuidado deja rociado a
su alrededor, mientras intenta dormir en el interior del saco.
Estos zorros se meten dentro
de los muretes de piedra en busca de bolsas donde está la comida, botas
sabrosas, calcetines y camisetas olorosas y mochilas descuidadas.
Así que aconsejo tener cerca
la mochila, botas y ropa guardada dentro, comida bien cerrada dentro de la
mochila y el palo cerca por si acaso.
1 comentario:
Un saludo, senderista... acabo de conocer tu blog.
He vivaqueado muchas veces en la cumbre de alguna montaña, como tu, y en una ocasión, en el Torrecilla, el año pasado, tuvimos la mala fortuna de coincidir con un grupo de personas (por llamarlos de alguna manera) que estuvieron toda la noche de juerga en la cumbre... no lo entendimos, pues a la montaña siempre hay que ir con el máximo respeto al medio, y provocar un estruendo continuado, no creo que sea muy atractivo para la fauna... a parte de los que estábamos allí intentando disfrutar... pero bueno.
Comparto tu malestar y critico esta actitud irresponsable, molesta y maleducada.
La mejor época para el vivac es el invierno. El frío ahuyenta a los domingueros. Hace varios años me dió por pasar la noche de reyes en alguna cumbre, y lo repetí varios años seguidos... solo. Un placer que retomaré...
Lo de montar tienda, en la cumbre, está igual de prohibido que dormir sin ella... en realidad, está prohibido hacer noche en casi todos los parques de Andalucía, pues solo se permite el vivac en Sierra Nevada, a partir de 2500m y a más de 1 km de carreteras. Da igual que montes tienda o no, pero solo se puede estar desde el ocaso al orto. Osea, que si sube el seprona, multa a diestro y siniestro... si quiere.
Lo del zorro es un problemón, pues es zorro, no tonto... y si me ponen la comida por delante, ¿para que voy a correr detrás de ella?, ¿con lo esquivo que son los conejos?...
La causa raiz es que mucha gente ha dado de comer a la fauna salvaje, por el mero hecho de hacerse una foto, o de hacer una gracia... y ahora, todas esas piedras lanzadas al tejado, nos están cayendo encima.
En sierra nevada le mordió un zorro a un chaval en la boca, mientras dormía en su saco. ¿por qué?. Pues por no lavarse los dientes y la cara después de comer... el bicho va a lo que huele a comida.
Me ha parecido interesante tu blog, lo seguiré.
Te voy a dejar el mio, por si no lo conoces: http://isabelcaceres-caminosycaos.blogspot.com.es/
Ah, hay otras formas de mitigar los calores del verano y seguir caminando... y si no, mira.
Un saludo.
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