Senderos Ojen-Juanar
Desde Ojén al Juanar
Cambiar de planes a última hora puede ser beneficioso, aunque prefiero salir a la sierra con la ruta programada, a veces es inevitable que sucedan cambios, tan inesperados como satisfactorios.
En un principio íbamos a realizar una ruta tranquila por la zona noreste de la Sierra de Mijas, llegar hasta Varapalos y tras almorzar y dormir una siesta, ascender hasta el Puerto de la Media Luna (830 mts de altitud). Pero, como unos amigos no podían venir, decidimos hacer otro recorrido distinto.
Estábamos desayudando, café y churros, mientras hablábamos qué hacer y dónde ir, así extendimos el mapa sobre la mesa para buscar una opción que no nos llevara demasiado tiempo en la carretera y con rapidez decidimos hacer una ruta que lleva desde el pueblo de Ojén hasta la zona conocida como el Juanar en las estribaciones sur del Parque Natural de la Sierra de las Nieves en Málaga.
El camino, bien señalizado, es ascendente entre una cañada de frondosa vegetación, muy encajonada en altas paredes de las cuales en algunas grietas brotan manantiales de agua limpia y fresca. Resultó muy agradable este recorrido, los árboles, pinos, encinas y abundantes algarrobos, sombrean y protegen del fuerte sol.
Nos acompañó un tiempo soleado, sin viento y de temperaturas muy primaverales. Es silencioso y tranquilo el sendero, me resultó muy relajante caminar escuchando el canturreo de los pajarillos.
Cuando llegamos al Juanar comimos y descansamos antes de descender por el mismo camino para así volver al pueblo por el Camino del Cerezal. Como la senda en las cercanías de Ojén se cruza con la autovía, hay que pasar por un túnel de unos 100 mts. que sale a un carril y a la Casa del Cerezal, antiguo albergue, hoy en día abandonado.
Ojén es un pintoresco pueblecito que en los últimos 10 años ha crecido desmesuradamente. Se encuentra a unos 10 km, de Marbella y lo atraviesa el Arroyo Almazán lo que lo convierte en un lugar muy rico en agua. Sus vistas son estupendas, rodeado de sierras y abierto al mar, y sus gentes aún conservan esa esencia agradable de ayudar al visitante que anda despistado.
Al fondo el Cerro de la Cruz
Para llegar hay que pasar un túnel
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